RECUERDOS Y NADA MÁS

El atardecer empezaba, y poco a poco caía el Sol, se sentía ese olor especial, ese sentimiento diferente que tienen esos días cuando sabes que se acaba la tarde y empieza la noche, esas dos horas en las que el cielo es rojo, el aire es seco y el ambiente es pesado.
Yo, estaba esperándole. Esperaba a aquel hombre que inesperadamente y sin ningún tipo de aviso llegó a mi vida y se atrevió a ser uno de esos personaje que interpretan una serie de cuentos y que ya llevan un largo historial. Que ha vivido tantas cosas, tantas experiencias, que me atrevía a asentir que una nueva experiencia para él era innecesaria.
Había sido malo, había tratado muy mal a muchas personas, era uno de esos hombres que no se atrevió a sentir por ninguna mujer. Las había dejado por puro aburrimiento, había jugado con cada una de ellas, las había usado. Solo había aprendido a querer a una, sólo a una.
Definía al macho mexicano, este hombre prepotente y misógino. Ojos obscuros, pelo crespo, y la piel muy morena, era grande y muy alto. De familia muy tradicional, y con una gran tradición de políticos. Vestía un traje sastre negro, camisa blanca y corbata roja.
-Perdona, llegue tarde, me dijo él.
-No vamos a llegar a tiempo, y yo no se llegar a este lugar, anda súbete al coche, le dije yo.
El camino fue largo, íbamos hacia un lugar desconocido para mí, un lugar fuera de la ciudad, era nuestro día de descanso. Nos esperaba un día y una noche larga, y apenas caía el atardecer.
Nuestras conversaciones eran largas y muy entretenidas, nuestros temas muy profundos, nos gustaba retar el uno al otro, siempre ganar a ser el mejor, demostrar nuestra inteligencia y hacer creer que el otro no era interesante, siempre con nuestro orgullo y dignidad por delante.
Fue eso lo que lo mantuvo a mi lado, y que hizo que no se atreviera a lastimarme, se dió cuenta que yo era una de las pocas mujeres que no iba a caer en su juego y que no era sólo una rubia tonta, si no una rubia con fuerza, dignidad y pensante.
Creí que nuestra relación se acabaría por nuestro orgullo mutuo, en realidad no fue así.
Lo conocí en aquellas ocasiones extrañas. Por terceras personas, de las cuales al final resulto ser un conocido de aquel conocido, que era amigo de mi hermano, que conoció por mi primo, porque jugaban fútbol en aquel club deportivo. Un desconocido.
Yo no le hice mucho caso, estábamos en una boda, me puse uno de esos vestidos que te hacen ver bien y quedar bien. A él no lo recuerdo. Baile toda la noche. Hice la noche. Estuve con un amigo suyo, la persona que nos presentó. Coqueteamos su amigo y yo, mientras él me ofrecía de vez en cuando algo de tomar. Y así paso la noche, yo me atreví a darle mi teléfono a cualquiera que se presentara a bailar conmigo.
Pasó la hora, el día, y la semana. Ninguno llamó. En realidad no esperaba ninguna de las llamadas. Sólo había sido una de esas maravillosas noches, con hombres muy atractivos.
-Bueno
-Hola ¿Fernanda?
-Si, soy yo, ¿Quién habla?
-Hola Fernanda, soy yo, Miguel, el de la boda de Cuernavaca.
-Miguel, ¿ Cómo estás?
-Nada aquí sin nada que hacer, recuerdas que quedamos para comer.

En realidad yo no recordaba nada, vagamente me acordaba de él, no tenía noción del tiempo de aquel día y mucho menos de haber quedado a comer con nadie. Pero mi vacante estaba vacía, había terminado con mi ex novio, y de todos los hombres de aquella noche, había sido el único que se había atrevido a llamar. En resumen: nada que perder.
-Claro, contesté yo.
-Creo que te voy a cambiar la comida, por algún bar hoy, ¿Estás ocupada? Vienen algunos amigos.
Un bar, por la noche, hoy y con sus amigos. Sonaba bien, algunas copas, no tenía que sentarme con él toda una tarde, y sus amigos hacían de esto algo más informal. Era un plan perfecto para un desconocido.
-Perfecto a las 9 estoy lista, ¿te parece bien?
Llegó temprano, y aunque no era muy atractivo se veía muy bien. Yo venía de un día largo, de trabajar en el pequeño restaurante en el cual era recepcionista, y además había tenido clases por la mañana, era de aquellos días que no había ni pensado que ponerme, encontré alguna camiseta y p use una falda de color rojo, , solo para llamar su atención.
Sus amigos me incluyeron rápidamente en el grupo, y aunque sabían que era nuestra primera cita, todos se portaron bien conmigo. Él fue de aquellas personas con las que me hubiera podio quedar hablando las horas enteras, nuestras conversaciones tenían sentido, respetaba mis puntos de vista, aunque no estuviera de acuerdo, y me debatía con diferentes argumentos-
No fue una noche mágica, ni fue de las mejores citas, tampoco me gustó acabada la noche, ni voy a mentir diciendo que era un príncipe azul, y que estaba vuelto loco por mí. Era un tipo normal.
No esperaba su llamada al siguiente día, pero me llamó.
Y así poco a poco lo empecé a conocer, era totalmente diferente a mí, pero tenía metas parecidas a las mías. Y quería crecer demasiado, en exceso.
Un día tras otro, nos encontrábamos, no dejó de llamarme y buscaba la manera de hacerme feliz. Encontraba la cita perfecta para una mujer como yo. Siempre buscaba la manera de tenerme contenta, se fueron dando las cosas poco a poco y sin darme cuenta estaba con él.
-Tenme miedo Miguel, le dije yo.
-De qué me hablas.
-Ten miedo, porque vas a acabar enamorado de mi, tan enamorado que llorarás el día que te deje.
-Los hombres no lloran, y quien dijo que me ibas a dejar tú a mí.
Siempre fue una persona muy técnica, y yo la mística de la relación. Hacíamos una mancuerna perfecta, sin darnos cuenta que nos lastimábamos uno al otro Mis amigos me advertían que no era para mí, que era aquella persona que no iba a poder olvidar. Pero mis oídos se hicieron necios y me fui abriendo poco a poco, dando lo mejor de mí.
Llegó el día que dormimos juntos. Fue tan especial, dormir toda la noche, sabiendo que al despertar me iba a encontrar con una sonrisa en la boca y un hombre a mi lado. Y así poco a poco nuestra relación se solidifíco, dependíamos uno del otro, dependíamos de la felicidad del otro.
Sin darse cuenta y sin decírmelo, me empezó a amar. Cómo no lo había hecho en su vida, a pesar de haber estado con demasiadas mujer, por mí sentía cosas que no había sentido nunca, y aunque no lo amaba como él a mí, el cariño era demasiado.
Hasta que llegaron los problemas. Su forma de hacer las cosas me empezó a molestar, su machísmo, su orgullo, la manera en que creía que solo era suya, sus celos inmoderados, la manera en que me hablaba, su poco tacto y sus muchos besos.
Y así en medio de una pelea, y sin querer lo dejé. Como estaba escrito, lo dejé. Y cómo no había imaginado lloró. Y me rogó. Y volvió, y no quería creer que se había acabado. Que las flores ya no tenían que llegar a mi casa, las Acapulcos de todas las semanas, ya no tenían sentido.
Me causó varios problemas con mis siguientes parejas. Le armaba bronca a cualquiera que estuviera conmigo, y seguía soñando que algún día regresaríamos.
Lo vi hace algunos meses, después de un año y medio de no saber de él, estuvimos casi cuatro horas platicando, había bajado mucho de peso, y había pasado una vida dura, todo había cambiado, tenía un buen trabajo y había dejado la política, ya no fumaba, y no tomaba en exceso, había cambiado tanto. Casi todo, casi todo, menos la manera de tratar de besarme, y los celos de que alguien se me acercara. Volvimos a lo mismo, seguía siendo el mismísimo macho.

34 comentarios:

Anónimo dijo...

FINALMENTE... LAS RELACIONES HUMANAS SON TAN COMPLICADAS Y EN CIERTOS CASOS TAN PINCHES.. QUE DE VERDAD LO MEJOR QUE PUDISTE HABER HECHO ES NO HABER CAMBIADO DE QUIEN TU ERES Y PONER LAS CARTAS BAJO LA MESA SIEMPRE.

Chosty dijo...

The core will be always the core.

Como siempre me encanta tu manera tan directa de describir todo.

"No fue una noche mágica, ni fue de las mejores citas, tampoco me gustó acabada la noche, ni voy a mentir diciendo que era un príncipe azul, y que estaba vuelto loco por mí. Era un tipo normal."

Me identifica este párrafo, la normalidad siempre sera mi tirada, el balance, la sensatez...

Me da gusto no hayas caído en el mismo juego otra vez.

Anónimo dijo...

Recuerdo que de chica leì a Corìn Tellado, era lo mas parecido a un sueño hùmedo. Tu literatura se le parece bastante.
saludos!!!!!!

Pipe dijo...

Me gustaría hacer uno de esos comentarios "que te hacen ver bien y quedar bien"... pero no puedo escribir con tanta sinceridad como tú. Gran estilo, buen texto, final mejorable... jaja. Gran estilo.

Roberto Rivadeneyra dijo...

Decía San Agustín que quien no siente celos, no está realmente enamorado. ¿Qué será mejor, hacernos a la idea de que todos cambiamos o de que las manías nunca las cambiaremos?

"It's not the spoon that bends".

Xavier dijo...

Últimamente he estado leyendo y escuchando demasiadas cosas acerca de este tipo de indiferencia hacia el amor, y el choque con los que lo expresan plenamente (aún sin sentirlo). Al expresar quiero decir por las típicas co-dependencias, celos, atenciones exageradas, etc. Sin embargo, todavía no sé si preocuparme por la apatía ó sentirme reconfortado de que seamos tantos así.
Buen texto y muy atinado, por lo menos en mi caso, jeje.
Saludos!

Emilio dijo...

"Traje sastre negro, camisa blanca y corbata roja...", como todo un político priista ante una de las grandes citas (debate en la TV, mitin de cierre de campaña, discusión clave en el Congreso). ¡Y además macho y celoso!
¡Buentextounbesote!

Juan Manuel Escamilla dijo...

Bah. El amor... no hay tal cosa como el amor. Sólo compatibilidad de patologías.

JoséManuel dijo...

Eso de "tenme miedo" me gusto un chingo.

Jo dijo...

bueno parece que el amor, la politica y el sexo siempre hacen interseccion, mas de una ocasión en mas de tres renglones me hiciste recordar mas de dos cosas...el amor es cosa seria, pero complicada, hay quien mas que seria la toma como ventaja, o poder y siempre desencadena pasiones en cascada seguro se habra ido a bailar con el diablo a todo político le pasa y es que el diablo siempre logra ciertos cambios , sinceramente ahora lo verde... ya solo me gusta en las ensaladas... por lo menos el no usaba corbata pero por ahora como tu debo dejarlo en el recuerdo y nada mas.

Anónimo dijo...

¿Por queeeeeé tenemos debilidad por ese tipo de hombres? Mmmm.

Miguelo dijo...

siempre intensos tus escritos. por eso me gustan

Unknown dijo...

Me gusto tu frase de Ten miedo de mi, por que cuando te deje vas a llorar

Anónimo dijo...

¿Has leido el "Otelo" de Shakespeare?

"¡Cuidado con los celos! es el monstruo de ojos verdes que se burla de la carne de la que se alimenta"


Y si mi querida dama de zapatillas rojas y misterios que sólo se adivinan, al parecer los hombres acabamos sucumbiendo alguna vez en la vida a la pregunta que se hace el moro "¿Cómo puedo ser yo dueño de tan hermosa mujer y no de su alma?”

Y también alguna vez nos damos cuenta que amar es precisamente no ser dueño de nada y pertenecer por completo... que circulo de contradicciones, no crees?

Una mujer para cada contradicción.
Yo ya tuve mi parte.

Excelente texto, te mando un abrazo,
RT

Pd. Au pied de Cochon será. En tarde lluviosa que mejore la soup d'onion e inspiré al soufflé de cholate.

Rock Wolfville dijo...

mala onda el fulano

Alfredo Mora dijo...

¿Te gustan los políticos? ¿Prefieres a los deportistas? ¿O los intelectuales? ¿O todo junto?.

¿Tienes algún fetiche al respecto?.

Saludos.

Pipe dijo...

Tus textos me han inspirado tanto que ya te estoy haciendo competencia en mi blog... saludos

Ambrosio Cajinas dijo...

¿El de la boda en Cuernavaca? ¿Quién diablos se casa en Cuernavaca? Perdonarán ustedes, pero Cuernavaca es horrible, hace demasiado calor y las bodas hacen mejor acorde con los climas frios. ¡¡¡¡¡Y no es fútbol, es futbol!!!!!!!!!! Esos argentinismos están muy mal, afectan gravemente la salud del cuerpo humano, esto lo pruebo en un reciente post de mi blog. Y bueno, lo de "tenme miedo" está excelente.

Unknown dijo...

Bien bien, me gustó. Y claro, "Tenme miedo" es una frase excelente.


Besos pues.

Ricardo Arce dijo...

por eso, uno aveces procura que sus relaciones duren lo suficiente como para sólo tener una sonrisa en los labios, digamos no más de una noche.

Luis Alvaz dijo...

jeje, el Sr. Pardo se auto-cita en los comentarios. Está bien, yo también lo he hecho.
Pues me gustó el cuento; en especial el final, que deja lo trágico o lo heroico, porque a final de cuentas, así suelen terminar las relaciones en la vida real.
Claro, le faltan algunas concordancias. También te sugiero revisar los pleonasmos; es algo muy común, ya que ningún cuento esta exento de revisiones de estilo.
Saludos.

pk dijo...

“creía que estaba enamorado. y sin embargo sólo hacía lo mismo que cualquier otro pobre desgraciado que hubiera conocido. correr de una madre a una esposa. con la cabeza en el coño de una y la polla ansiosa por follar en el de la otra”

tom spanbauer

Joan War dijo...

Asi que solo confiraste que el dejarlo fue una lo mejor, porque asi como no lo esperas seguramente no cambiara.

saludos nuevos por aqui!

Ana Sofia Corcuera Real dijo...

Esos hombres son los peores!!! Me encanto tu post.

Xavier dijo...

Ya había pasado por acá, pero nunca me dijiste como se llamaba el libro de foto!
Saludos!

Mait' dijo...

Deja a los priistas en paz. Nunca sabran apreciar unos buenos red shoes.

Rodrigo dijo...

Pues hay varias palabras para ese tipo, pero la que mas rapido llega a mi mente es, como dicen los gringous, douchebag.

Saludos!

ondeado! dijo...

jajaja

Anónimo dijo...

Me faltó agregar que si alguien está interesado en diagnósticos de celotipias patológicas lea lo que dice Freud al respecto. Más de uno se sentirá aludido. Yo mismo he tenido que sublimar mis ataques de celos jugando ajedrez o algo parecido.
Ojalá sigas publicando textos tan interesantes. Un abrazo,
RT

bandeàpart dijo...

Queremos nuevos posts!

Anónimo dijo...

No entendi

Marifer dijo...

Ey! Escribes muy bien! Me gusto mucho!

Don Rafo dijo...

Wow, que padre, me gusto mucho, sobre todo el "Tenme miedo", que difícil son las relaciones, tan hermosas, tan horribles, tan fáciles y tan complejas, violentas y tienras, todo un algodón de azucar y ala vez un monstruo imparable.

Unknown dijo...

Hay defectos que tardamos taaaaaannnnto en hacer desaparecer.

El problema es que encontrar a una mujer que nos aguante tanto tiempo; me considero afortunado...


--- qué a toda madre se está volviendo esto de la verificación de la palabra... la palabra de hoy fue "kpex". Presumo que Blogger me quiere sacar plática...